Boca en la red es una videocreación net.art. El trabajo consiste en la proyección de una boca femenina que sonríe en un movimiento fluctuante. La escena está fragmentada en siete partes y cada una de ellas se mueve independientemente. Al observar la obra detenidamente, el espectador puede descubrir cuál es la melodía que hace bailar a la pieza: los fragmentos están dispersados en internet y la videoproyección se está generando a tiempo real a medida que le llegan los datos a través de la red. El trabajo se sirve de la dificultad de Internet para transmitir información a tiempo real, utiliza esta carencia como elemento de construcción. Cada uno de los fragmentos está alojado en un hosting distinto, diferentes emplazamientos físicos (ubicaciones geográficas de los servidores) y virtuales (direcciones URL en internet) que son recompuestos por la videoproyección como una unidad sobre siete bastidores de tela que ejercen de pantalla. La reproducción de cada una de estas secuencias depende de la descarga de sus fotogramas, y por lo tanto de la velocidad de transferencia del hosting donde está alojado, teniendo cada fragmento una velocidad distinta y variable. El trabajo emplea las cualidades intrínsecas del medio y el resultado es una obra en constante movimiento que nunca muestra la misma sonrisa.